Córdoba, Córdoba, Spain
Foro Erasmo es una asociación de carácter cultural y humanista con fines históricos, políticos, sociales, literarios y de conservación del patrimonio, que aspira a mejorar nuestra sociedad con un carácter crítico constructivo. foroerasmo@yahoo.es

lunes, 19 de septiembre de 2011



Se ha celebrado, en Castuera, el sábado 17, con notable asistencia de participantes y de público, la I Jornada de Historia “Política y Propaganda en retaguardia republicana. Extremadura (1936-139)”.

Los asistentes disfrutaron de un recorrido de arqueología de la Guerra Civil, abierto a quién quisiera incorporarse, por enclaves del pueblo y fortificaciones del frente, de la mano de un experto del Colectivo Guadarrama, Rafael Moreno, para quién estos restos son un patrimonio común que hay que defender por encima de los bandos que allí se enfrentaron.

José Javier Esparza, periodista e historiador del Grupo Intereconomía, ofreció una conferencia sobre “Represión en Extremadura republicana en el contexto de la revolución y la guerra”. Analizó el triste episodio de la persecución sistemática de los rivales políticos, en especial a partir del gobierno de Largo Caballero, “el Lenin español”, y que ocasionó 97 víctimas entre los vecinos de Castuera.

Se trataba de una reunión de amigos, historiadores y aficionados del Foro Historia en Libertad, pero una moción de censura del grupo local socialista, que pedía al alcalde de Castuera, Paolo Atalaya, (PP) que no cediera ningún espacio municipal para el evento ni siquiera el acceso al Cementerio, le ha dado más eco mediático del esperado.

Para Luis Pelegrí, uno de los organizadores, “La iniciativa del ex alcalde socialista es un ejercicio de censura previa, propio más de la política de hace 75 años que de hoy día, fuera de lugar, ya que, además de los derechos que ampara la Constitución, se trataba de una acto particular, expresión de la sociedad civil, que no dependía ni de instituciones ni de subvenciones públicas”.

Castuera, 17 de septiembre de 2011
historiaenlibertad@hotmail.es

martes, 6 de septiembre de 2011

domingo, 4 de septiembre de 2011

ABC. Juan Jose Primo Jurado.70 aniversario de la Division Azul








Se ha cumplido este verano el setenta aniversario de la creación de la División Azul. Como saben ustedes, fue la principal participación española en la Segunda Guerra Mundial, aunque al tratarse de una unidad formada por voluntarios y circunscrita al combate contra el régimen de Stalin, no alteró la posición de neutralidad de nuestro país en el conflicto. Recordemos aquel episodio histórico, enfocándolo desde su aspecto cordobés.

Francisco López Villatoro y Francisco Román Morales han realizado buenos trabajos de investigación sobre ello. El banderín de enganche en Córdoba se abrió el 27 de junio de 1941, tres días después de que Serrano Súñer gritase aquél «¡Rusia es culpable!» que terminó enrolando alrededor de 45.000 entusiastas jóvenes españoles. En Córdoba, el diario Azul, de la Prensa del Movimiento, no anduvo a la zaga: «El exterminio de Rusia es una exigencia de nuestra Historia y del porvenir de Europa».

Entre el 2 y 5 de julio salieron de la estación cuatro expediciones de voluntarios, entre los que se mezclaban falangistas convencidos con los que huían de posibles represalias por «dudosos» comportamientos en la reciente Guerra Civil, arribistas que buscaban méritos ante las nuevas autoridades, aventureros, militares y parados, que se enrolaron por las 7,30 pesetas diarias que percibirían sus familiares. El 20 de agosto, ya en Alemania e integrados en la Wehrmacht, prestaron el protocolario juramento de lealtad a Hitler, modificado para mencionar la lucha contra el comunismo.

Durante los dos años largo que estuvo la División Azul en el frente de Leningrado, se sucedieron comportamientos heroicos en condiciones extremas, al tiempo que en las localidades españolas se trabajaba para los voluntarios. En Córdoba, en la Sección Femenina, un grupo de ciento treinta y tres mujeres trabajó fabricando prendas de abrigo, a un ritmo de veinticinco al día.

En otoño de 1941, la cuestación en Córdoba arrojó la cifra de 190.535,55 pesetas y cada soldado recibió para Navidad un paquete conteniendo «un par de calcetines, otro de guantes y un pasamontañas, unas gafas ahumadas, un devocionario, medio kilo de jamón, medio de embutido, mazapán, dulces, tabaco, una fotografía del Caudillo y otra de José Antonio», tal y como recogió la prensa de la época.

La fascinante y dura misión de la División Azul concluyó en octubre de 1943 con la orden de regreso a España. Algunos quedaron allí siguiendo la lucha, unos 5.000 enterrados bajo la fría nieve y sólo 372 prisioneros de los soviéticos. De éstos sobrevivieron 219 que en 1954 fueron liberados y regresaron a España a bordo del buque Semíramis, que desembarcó en Barcelona.

Ángel Marchena, natural de la localidad cordobesa de Luque, perteneció a una de las secciones de asalto de la División Azul, fue capturado en la batalla de Krasny Bor y regresó en el Semiramís. Ángel fue amigo personal del mítico capitán Palacios (autor de «Embajador en los infiernos») y de Ángel Salamanca y tiene un libro donde narra su vida, «Memorias de un luqueño». Vaya para él y para la División Azul nuestro respeto y saludo.
 
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